La caída de cabello en la mujer es un tema del que hablamos de forma intermitente pero últimamente se ha convertido en uno de los temas de belleza más frecuentes. A mis conversaciones entre amigas me remito: ‘He dejado de tomar la pastilla y se me cae mucho el pelo, ¿tendrá algo que ver?’ ‘No sé si sea la estación o el estrés, pero cada vez que me lavo el cabello me asusto de la cantidad que cae en el desagüe.’ ‘Noto mi cabello cada vez más delgado y debilitado. ¿Qué puedo hacer?’.
También me remito a los datos. La doctora Virginia Velasco, dermatóloga de la unidad de tricología de Clínica Dr.Morales Raya, nos confirma que la caída del cabello ha sido la consulta más frecuente en los últimos años: ‘las infecciones por covid-19 han traído consecuencias exageradas mejor conocidas como efluvio telógeno. Por suerte, en la mayoría de los casos, el pronóstico es excelente y la recuperación es sencilla.
¿Por qué se cae el cabello?
Es importante aclarar que si bien es necesario tratar y prevenir la caída del cabello, éste se cae por naturaleza. Así lo explica la dermatóloga Paloma Borregón: ‘Debemos entender a nuestro cabello y así entenderemos su caída. El cabello tiene su propio ciclo: nace, crece, se cae y vuelve a salir. No debemos alarmarnos cuando encontramos notamos que se nos cae el cabello en la regadera, ya que esto forma parte de su ciclo natural’.
Al día puede caerse un promedio de 100 cabellos debido a las fases que atraviesa, aunque los expertos confirman que este número puede verse incrementado en otoño y también en primavera. Normalmente, el 80-90% de nuestro cabello están en fase de crecimiento y un 10% en fase de caída, pero en otoño y primavera este equilibrio se altera y eso explica la caída estacional que solemos percibir.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Sin embargo, también es necesario explicar cuándo la caída del cabello deja de ser normal. Según el doctor Juan Jose Andrés Lencina, dermatólogo asesor para H&S, la intensidad y la duración de esa caída suelen dar pistas. La caída estacional suele durar, como mucho, unos 3 meses. Y en cuanto a la intensidad, se habla de que en estos casos el porcentaje de caída aumenta hasta cifras cercanas al 20%. De forma práctica podríamos considerar una caída estacional aquella que dura una estación y en la que se cae, aproximadamente, el doble de lo que se cae normalmente. Fuera de esos parámetros, habría que consultar a un especialista. También cuando se observan otros indicios como pérdida de densidad, cabello más fino y débil, o cuando el cuero cabelludo empieza a clarear.
¿La falta de ciertas vitaminas puede provocar la caída del cabello?
Es una de las preguntas generalizadas más comunes. Tal y como nos explica Cristina Morante, directora médica de la clínica especializada en salud capilar MC360, la carencia de ciertas vitaminas y oligoelementos puede provocar la caída de cabello. Entre las vitaminas y oligoelementos cuyo déficit provoca caída de cabello se encuentran:
- El hierro. 'Los efluvios telógenos pueden darse por la carencia de una sustancia y precisamente la deficiencia estrella en el origen de la caída del cabello es la de hierro”, explica la doctora Martínez Lorenzo, dermatóloga de Clínica Pilar de Frutos.
- La biotina (también recibe el nombre de vitamina B8 o vitamina H). ‘Su déficit provoca una disminución del crecimiento del cabello y, por lo tanto, un adelgazamiento’, señala Morante.
- Vitamina D, Vitamina B6, Vitamina B12, Magnesio, Zinc, Ácido fólico, Cobre, Zinc
¿Cuáles son las causas de la caída del cabello?
Tal y como nos explica la dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional, la caída de cabello reaccional (o efluvio telógeno) se puede desencadenar por diversas situaciones y causas. La buena noticia es que es pasajera. ‘Es una alteración del ciclo del crecimiento del pelo que da lugar a una caída muy llamativa durante un periodo de tiempo limitado de unos 2 o 3 meses que se resuelve espontáneamente’, afirma la doctora Tévar. Dicho esto, hablemos de las causas más frecuentes entre las mujeres:
Sí: la relación entre estrés y caída del cabello existe. De hecho, Morante señala que es un detonante claro en pacientes con predisposición genética a la caída androgenética. También las temporadas en que la caída del cabello se acentúa. ‘Debemos darnos cuenta que la piel y el cabello dependen de la misma capa de la que depende nuestro sistema nervioso central. Por lo tanto en el momento en el que nosotros sufrimos estrés, nuestra piel, nuestro cabello y nuestras uñas también sufren, haciendo que aumente la caída del cabello, se debiliten las uñas o notes mayor fragilidad o sequedad de la piel’, señala la doctora Morante. De hecho, la caída producida por estrés, tal y como confirma la doctora Martínez Lorenzo, ‘puede también provocar el adelgazamiento del cabello’.
Estas causas también pueden producir una caída de cabello reaccional que normalmente sucede durante ‘3 o 4 meses después de la situación desencadena’, señala Elena Tévar.
Hay ciertos medicamentos que pueden desencadenar o agravar un la caída del cabello que normalmente cesa cuando finalizamos el tratamiento con el medicamento que la ha desencadenado. 'Muchas veces descubrimos que el paciente ha tomado medicamentos durante toda su vida, o durante mucho tiempo, y estos medicamentos han contribuido a los factores genéticos o factores hormonales que ya de por sí tenía, agravando así su pérdida de cabello”, señala la doctora Morante.
La importancia de la alimentación
Somos lo que comemos y prevenir la caída del cabello también pasa por llevar una buena alimentación. El dermatólogo Eduardo López Bran, de Clínica Imema, lo explica así: ‘Una dieta sana y equilibrada garantizará el aporte necesario de oligoelementos, vitaminas, minerales y aminoácidos, necesarios para la formación de la queratina, que es la ‘viga’ que da fortaleza al cabello. Evitemos los déficits de hierro, zinc, cobre, cistina y ácido fólico con un aporte adecuado en nuestra alimentación para tener un cabello sano’, explica Bran.
Roberto San Antonio-Abad, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT), recomienda incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitaminas B6, B12 y B7 como nueces, cebollas y trucha. También es importante la vitamina A, presente en zanahorias o espinacas. ‘Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de los minerales como el hierro o el zinc. Este último facilita el crecimiento y la reparación del pelo ayudando a mantener en buen estado las glándulas sebáceas que rodean los folículos pilosos’, asegura San Antonio-Abad. Estos minerales los podemos encontrar en la soya, los huevos o las lentejas. Y agrega una recomendación: añadir a nuestro desayuno una cucharada de levadura de cerveza o germen de trigo, empezando a tomarlo 21 días antes del cambio de estación y 21 días después.
¿Lavarse el cabello todos los días puede provocar caída capilar?
Este es uno de los grandes mitos que necesitamos resolver. ‘La frecuencia de lavado no modifica la caída del cabello. Hay que lavarlo con la frecuencia que necesite cada persona’, explica la doctora Tévar. Y puntualiza un detalle que puede tener que ver con ese miedo infundado que relaciona el lavado diario con la caída. ‘Aunque durante el proceso del lavado observemos que cae más cabello del que cae en días que no lo lavamos, si lo lavamos a diario vamos a ver en cada lavado que cae cabello, pero la cantidad será menor que si lo lavamos cada 3 días en el que estaremos ‘arrastrando’ también el pelo que hubiera caído en los días previos. Pero el pelo que cae de forma global al final de la semana es el mismo’, afirma.
Alopecia y autoestima
Según el doctor Carlos Portinha, del grupo Insparya, ‘la caída del cabello puede llegar a impactar de forma muy intensa a nuestra autoestima, además de vernos menos atractivos, nuestra confianza y estado de ánimo también pueden verse afectados. Por eso la alopecia es más que un problema estético: es un problema de salud’. Esta situación varía mucho en cada caso. Así lo explica la psicóloga Silvia Álava. ‘Aunque es cierto que la alopecia puede llegar a influir en la pérdida de calidad de vida del paciente, ésta no está directamente relacionada con la gravedad de la perdida de cabello calificada por el médico, sino que podría estar mediado por como el paciente lo está viviendo y si ha conseguido aceptar la enfermedad o no’.
Aunque el fin de los tratamientos para la caída del cabello es dermatológico, la experta hace énfasis en que ‘a medida que los pacientes van notando los resultados, experimentan también mejoras a nivel psicológico. Poco a poco la imagen que les devuelve el espejo es más parecida a la que tenían antes de la alopecia, lo que hace que se incremente su seguridad personal y aumente su autoestima’.